"No queremos cambiarte la cara. Sólo recuperar la armonía, el equilibrio perdido con el tiempo y la belleza de tu piel"
Los signos más importantes del envejecimiento cutáneo son: aparición de arrugas, manchas, sequedad de la piel, pérdida del brillo y flacidez. Estas señales son consecuencia de un proceso fisiológico de falta de actividad del tejido conjuntivo, por el cual el colágeno va disminuyendo poco a poco, las fibras elásticas pierden fuerza y se produce la pérdida de agua, lo que altera profundamente la funcionalidad de la piel.
Existen numerosas y variadas técnicas, tecnológicas, médicas y cosméticas, para tratar y prevenir el envejecimiento facial. Además de ser cada vez más accesibles y personalizadas, es decir, adaptadas a las posibilidades y necesidades de cada paciente, suelen ser procedimientos mínimamente invasivos. Esto significa que suelen ser indoloros, poco o nada agresivos y no exigen la interrupción del trabajo o de las actividades de la vida familiar o social.